miércoles, 27 de julio de 2016

AVISOS

Avisos mvy importantes para el bien comvn y particvlar de los vezinos de la civdad de Sevilla: donde demas de los vtiles, y cosas necessarias que se tratan, se dá noticia... del pleyto, y de lasdoze Prouisiones, y Cedulas de su Magestad, que ponen remedio en los grandes daños, que envidas y casas de los dichos vezinos los incendios de la Poluora hazian, por labrarse y almacenarsecerca de la poblacion...
Sevilla: s. i., 1626.





Responden estos Avisos a uno de los graves problemas que tenía la ciudad, la inadecuada elaboración de la pólvora y su almacenaje dentro del núcleo urbano. Los historiadores, como Ortiz de Zúñiga, hablan de las grandes tragedias y pérdidas que en más de una ocasión, al incendiarse, se habían originado. Sobre esos sucesos "se pudiera hazer vna larga historia", dicen los Avisos.

El 14 de noviembre de 1613 ardieron en Triana, junto al Convento de los Remedios, dos molinos y algunos almacenes de pólvora causando muchas muertes y, para evitar nuevas desgracias, el  Ayuntamiento inició un pleito con el propietario de otros, instalados muy cerca de donde había ocurrido el suceso, que se había opuesto a trasladarlos de lugar. Las quejas del Cabildo Civil, apoyadas por las del Eclesiástico y las de otras instituciones y personas influyentes, venían por tanto de antiguo pero el pleito se había ido dilatando por razones de competencias entre los Consejos de Justicia y Guerra. Ahora por fin, en 1626, quedó zanjada la cuestión pues Felipe IV, mediante cédulas y provisiones, ordenó que se restringiese la labor de tan peligroso producto exclusivamente al "sitio de Quartos", hoy conocido por Cortijo de Cuarto.

El texto, que comienza en la vuelta de la portada, se halla dividido en cuatro partes. La primera recoge la historia del pleito mantenido, la segunda la forma en que se ejecutaron los mandamientos reales, la tercera la noticia de los archivos y legajos con toda la documentación sobre el tema, y la cuarta una serie de advertencias para la labor de la pólvora y las razones de ellas.



Destaca en la portada de la obra el escudo en cobre de Sevilla realizado por el famoso grabador flamenco Francisco Heylan, quien ilustró numerosas impresiones sevillanas antes de asentarse hacia 1612 definitivamente en Granada, e incluso después aunque de forma esporádica, como es el caso de esta.

Biblioteca de la Universidad de Sevilla A 109/137(12)

(Tomado de: Rocío Caracuel Moyano y Aurora Domínguez. Un tesoro en la Universidad de Sevilla: incunables y obras de los siglos XVI y XVII: Exposición 1993)

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