lunes, 27 de abril de 2015

UN INCUNABLE SEVILLANO: LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA

BOECIO, Anicio Manlio Severino.
Boecio de consolacion y Vergel de consolacion.
Sevilla, Meinardo Ungut y Stanislao Polono, 18 y 21 de febrero de 1497.
2 partes.
Donación de Manuel Andérica Martínez
Biblioteca de la Universidad de Sevilla: A 335/316


De consolatione philosophiae del noble romano Severino Boecio (h.480-524) representa una pieza singularísima tanto desde el punto de vista filosófico como desde el punto de vista literario. Además, la dolorosa circunstancia en que fue escrito, estando ya su autor encarcelado en Pavía esperando la ejecución, no hizo sino aumentar su interés y repercusión, que fue enorme en la Edad Media y en el Renacimiento. De ello da fe el hecho de que su difusión comprendiera no sólo el latín original en que se escribió la obra, sino también numerosas traducciones tempranas a las lenguas vernáculas, entre las cuales está el castellano. 

La obra se divide en cinco partes en las que se alterna prosa y versos, y posee un innegable espíritu pedagógico. Su autor quiso legar una síntesis del pensamiento de los filósofos antiguos en torno al tema de la teología. Esto explica en gran medida el éxito posterior de la obra, sin duda la más conocidas de cuantas escribió Boecio: de hecho, se conservan de ella unos 400 manuscritos de los que no ha podido realizarse un stemma fiable (aunque los especialistas suelen coincidir en que todos provienen de dos arquetipos distintos, uno escrito en mayúsculas y el otro en minúsculas: cfr. K. Büchner, Bemerkungen zum Text der Consolatio Philosophiae. Hermes, 1940, vol. 75, p. 279-297). Las ediciones de la obra, sola o acompañada de otros escritos de Boecio, son igualmente numerosísimas: en la Biblioteca General de la Universidad de Sevilla se conservan, por ejemplo, cuatro ediciones latinas del siglo XV1 y seis de los siglos XVI y XVII . 

Con relación a la versión castellana que presentamos aquí, editada en Sevilla en 1497, hay que decir que atestigua el gran interés que hubo en las prensas hispalenses por esta obra: otras ediciones con esta misma traducción están fechadas en 1499 y 1511, y con la traducción de Fray Pedro de Aguayo aparecerán a lo largo del siglo XVI nuevas ediciones sevillanas. Las tres primeras ediciones citadas presentan, además de la traducción del De consolatione, el Vergel de consolación, atribuido al dominico Fray Jacobo de Benavente. 



Esta edición de 1497 salió de los talleres tipográficos del alemán Meinardo Ungut y el polaco Estanislao Polonio, que acudieron a la invitación de los Reyes Católicos y se establecieron en Sevilla, donde llevaron a cabo una intensa actividad impresora. No se conoce con certeza el autor de esta traducción. Algunos especialistas como Pellicer y Haebler, entre otros, la atribuyen a Fray Antonio de Ginebreda; sin embargo, Marcel Bataillon indica que Ginebreda tan sólo realizó la traducción al catalán, de la cual deriva una versión castellana anónima aparecida por primera vez en Tolosa (Tolouse) en 1488 y recogida posteriormente en el ejemplar de 1497 que presentamos aquí.



(Tomado del comentario a esta obra por José Manuel García Valverde, para la exposición "La Antigüedad en el Fondo Antiguo de la BUS", en: 
http://expobus.us.es/mundoantiguo/ambito_148_240.htm)

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